Malos hábitos
La nutrición y la salud bucodoental están inseparablemente asociadas entre sí. El estado nutricional deficiente puede afectar la salud bucal, mientras que un pobre estado de salud oral puede influir en la ingesta dietética del individuo y provocar desnutrición. Varios estudios establecen el papel que la mala salud oral aumenta el riesgo de varias enfermedades crónicas. Por ejemplo, se sabe que las enfermedades periodontales están asociadas con la diabetes mellitus, las enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer. La pérdida parcial o total de los dientes se asocia con una ingesta dietética deficiente y se relaciona con la enfermedad cardíaca coronaria y la enfermedad renal crónica. Las personas con pérdida de dientes experimentan dificultad a la hora de comer debido a la reducción de las capacidades masticatorias, lo que puede afectar la elección de alimentos y el estado nutricional. Con frecuencia, estas personas experimentan dificultad para ingerir alimentos más duros como frutas, verduras crudas y carnes y pueden preferir alimentos cocidos con texturas más blandas que pueden masticar sin molestias. La cocción puede alterar las propiedades antioxidantes de los vegetales. También existe la posibilidad de que las personas edéntulas ingieran alimentos de textura blanda, pero ricos en calorías y con alto contenido de grasas. Se ha comprobado que los que llevan prótesis removibles suelen tener un mayor consumo de carbohidratos refinados, azúcar y colesterol y son más propensas a una variedad de enfermedades sistémicas.